lunes, 11 de abril de 2011

Cirilo y Eulalio

Los conocí en dos expediciones separadas por más de 20 años. Los dos me marcaron algo que también lo hizo Mi Abuelo. Me marcaron la tristeza de los Argentinos, Patricios de comienzo del Siglo XX.

Cirilo, Salteño, de un pueblo llamado San Carlos a 22 Km de Cafayate. Tío de mi querido amigo Pablo Campos.

No tenía más que 1,50 Mts de altura, mas bien flaco. De mirarlo se podría adivinar una intensa energía interior. Provista por la Fe en Cristo y María y su vida de Pastor de Nubes. Rostro morocho de nariz aguileña, carácter duro, franco y sin vueltas. Poseía un aspecto de bondad y tranquilidad de aquel que no debe ni le deben nada. Un hombre en paz con su tierra y consigo mismo. Los antiguos Sajones de mi familia lo hubieran definido " Un pequeño gigante hombre".

Bajaba de la Cordillera de los Andes para la fiesta de San Carlos en noviembre. Y más o menos en diciembre podía comenzar a hablar. ¿Porqué? Porque regresaba a su tierra entre los 4000 y 5000 metros de altura ("Pastor de Nubes")después de fin de año y, donde vivía no tenía más que montañas, ovejas y cabras. Más,si, su caballo de paso peruano y una tropa de yeguas de 20. Es decir: Casi no pronunciaba palabras en 10 meses.

Cirilo, podía hablar más con su mirada que con su voz. De extrahordinario buen humor, siempre sonriente, pausado y calmado. Se movía rápidamente pero sin molestar.

La primera vez que lo vi, tenía más de 10 libros en sus manos que acomodaba cuidadosamente dentro de unos cofres de cuero. La mamá de Pablo Campos me dijo:-" Llegará a juntar unos 100 para llevar para arriba". A lo que pregunte :-" Y tiene muchos"  " En 65 años, tiene mas de 70, debe de tener 6000". Cirilo leía todo lo que se le ponía a su alcance, desde grandes a pequeñas obras literarias, todas las llevaba a su casa de arriba. Las guardaba como el más preciado de los tesoros.
Mientras guardaba los libros por señas me hizo entender, que había uno que nunca dejaba y que siempre llevaba con él. Saco un libro gigante, 20 centímetros por 40 o 50 centímetros, era una Biblia. Quedé atónito, por su tamaño y por ser manuscrita. Los cueros y los correajes que la cerraban ya daban a entender su vejez . Esa es del tiempo de la colonia, de cuando los primeros de nosotros vinimos aquí. Me dijo el papá de Pablo. Mientras Cirilo me miraba con una gran sonrisa feliz, el papá de Campos me dijo:-"Mírela toda si quiere pero vuelva a cerrarla, porque aquí no hace 25 grados bajo cero y se daña sin la protección ". Me apuré a mirar lo que no creía que tenía en las manos y la cerré y devolví. Mientras yo apurado luchaba con los cintos que comprimían los cueros del libro de los libros Pablo dijo:-"Acá ya no hay más libros que no tengas Tío y en Salta menos..." Fue la única vez que vi borrarse su sonrisa a lo que apuré a decir:-" Yo le traigo de Bs As el año que viene"...agregue al toque:-" Pero no se si traeré repetidos, que Ud ya tiene" Dije preocupado. Cirilo como rayo se desplazó a sus baúles y extrajo lápiz y papel escribiendo:-" Biología, Botánica, Astronomía, Mecánica y así...No podía creer lo que me estaba pasando pero dije:-"Hecho..." El pequeño hombre continuo con su sonrisa embalando libros cuidadosa mente, como si fueran de cristal.

Bien Rogelio a dormir que son las 00 mañana te sigo contado. Chau

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